California fue el primer estado de la Unión Americana en autorizar la vacunación a los trabajadores agrícolas por considerarlos un sector esencial, sin importar su estatus migratorio.
Trabajadores agrícolas reciben la vacuna anticovid apenas ponen un pie en Estados Unidos. Los migrantes que se dirigen al norte para la cosecha de lechuga, brócoli, zanahorias y otros cultivos en California, son elegibles por su condición de trabajadores esenciales.
Los trabajadores agrícolas son especialmente vulnerables porque viven amontonados en dormitorios y comen juntos. Con frecuencia van a los campos en camionetas o autobuses atestados o trabajan en plantas de procesamiento también en estrecho contacto.
California les está llevando la vacuna hasta sus lugares de trabajo, con el fin de proteger a una población golpeada de forma desproporcionada por la pandemia.
Activistas dicen que la campaña fue lenta al comienzo, pero tomó impulso en las últimas semanas a medida que aumenta la cantidad de vacunas disponibles y surgen clínicas ambulantes que van a las granjas y las plantas de procesamiento de alimentos.
"Quería vacunarme porque quiero seguir manteniendo a mi familia"
Ernestina Solorio, de 50 años y quien trabaja en la recolección de fresas en Watsonville, fue la primera en vacunarse en un centro instalado en el patio de una casa. Madre soltera con cuatro hijos, Solorio dijo que vivía con el constante temor de contagiarse y que estuvo semanas llamando a las clínicas para ver si podía vacunarse.
“Pensaba qué les pasaría a mis hijos si yo me enfermaba. ¿Quién les cocinaría? ¿Quién se ocuparía de ellos?”, declaró la mujer
Rafael Cervantes, de 54 años, mecánico de la granja Black Dog Farms de Holtville, recibió la primera dosis de la vacuna de Moderna el 5 de marzo, tras apuntarse en una clínica.
Cervantes, quien tiene tres hijos, dice que conoce gente que falleció tras infectarse con el covid-19 y tiene familiares que se contagiaron, incluidas sus dos hijas, una hermana y su cuñado, quien todavía necesita oxígeno y una enfermera a su lado.
Afirma que comprende por qué las autoridades decidieron vacunar primero a las personas mayores de 65 años, que son más vulnerables.
“Lo importante es que ahora tenemos acceso a las vacunas”, manifestó. “Quería vacunarme porque quiero seguir manteniendo a mi familia y porque no quería enfermarme. Me gusta esta vida”.
No todos los consideran esenciales
California fue el primer estado que autorizó la vacunación de trabajadores agrícolas en Estados Unidos y luego lo imitaron otros estados, incluidos Washington, Michigan y Georgia. Arizona, otro estado fronterizo con México, no los declaró prioritarios, pero algunas empresas los están vacunando por su cuenta.
En Florida, el principal productor de cítricos del país, activistas dicen que han tratado sin éxito de hacer que se elimine el requisito de residencia para la vacunación y de que se declare a los trabajadores del campo personal esencial.
California es el principal productor de frutas y vegetales de Estados Unidos y ese sector emplea unos 800 mil trabajadores agrícolas. Algunos llegan con visas H2A y tienen sus papeles en orden, pero muchos están en el país sin permiso.
No está claro cuántos trabajadores agrícolas han sido vacunados hasta ahora porque las autoridades no toman nota de la ocupación de las personas que inocula.
Los inmigrantes sin permiso de residencia a veces tienen miedo de apuntase para ser vacunados o presentarse a los centros de vacunación que requieren inscripción por la internet. Muchos no tienen acceso a Internet o no saben cómo utilizarlo, de acuerdo con Hernán Hernández, director ejecutivo de California Farmworker Foundation (Fundación de Trabajadores Agrícolas de California).
“Hace falta una organización de la comunidad que les inspire confianza. Mucha gente no va a querer compartir información con el gobierno”, señaló.
Artículo tomado de Milenio
https://www.milenio.com/politica/trabajadores-agricolas-california-vacuna-covid-usa
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