Integrantes de este colectivo celebraron que un día como hoy, pero de 1995, dos de sus integrantes regalaron por primera vez unas piezas de pan y leche.
Las Patronas es un grupo de mujeres voluntarias de la comunidad La Patrona, en la localidad de Guadalupe, La Patrona, del municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, que desde 1994 dan alimentos y asistencia a migrantes en su paso por Veracruz; principalmente en las vías del tren conocido como La Bestia, donde lanzan víveres a los migrantes. Su trayectoria en la asistencia y defensa de derechos de los migrantes les ha merecido reconocimientos varios, tales como el Premio Nacional de Derechos Humanos 2013, y el Premio Nacional de Derechos Humanos "Sergio Méndez Arceo 2013.
En agosto de 2015 fueron nominadas al Premio Princesa de Asturias de la Concordia, después de la campaña en change.org que logró reunir más de 50 mil firmas de apoyo
Desde hace 27 años, las Patronas de Veracruz, ayudan y lanzan comida a migrantes que viajan en trenes, en busca de cruzar por México y llegar a buscar, en la mayoría de los casos, una mejor vida.
En sus redes sociales, integrantes de este colectivo celebraron que un día como hoy, pero de 1995, dos de sus integrantes regalaron por primera vez unas piezas de pan y leche, que llevaban para el desayuno a hombres que viajaban en un tren.
"Un día como hoy, pero de 1995, dos de nuestras hermanas se dispusieron a comprar unas piezas de pan y leche para el desayuno. Al volver, las detuvo el paso del tren, el cual cargaba entre sus vagones personas con hambre y sed. «¡Madre! ¡tenemos hambre! ¡regálanos tu pan..! » Nunca imaginamos todo lo que se desencadenaría a partir de ese momento", compartieron en un mensaje en sus redes.
En el mismo mensaje se indica que partieron de compartir esas piezas de pan hasta llegar a cocinar más de 30 kilos de arroz y frijol diarios, para alimentar un estimado de 800 personas al día.
Acusan que durante estos 27 años han sufrido varias transformaciones su labor.
"Nos dimos cuenta que cuando ayudamos al hermano y hermana migrante no lo ayudamos a él o a ella, sino que ellos nos ayudan a nosotras, porque nos hacen ser conscientes de la realidad y nos enseñan a valorar lo que tenemos", indicaron.
Las mujeres aseguran que con esta labor se reafirma su fe en Dios y en la Virgen de Guadalupe, "descubrimos que el verdadero rostro de Dios está en cada ser que sufre, y que podemos portar con orgullo el nombre de nuestra Patrona María de Guadalupe".
"Han sido 27 años de tristezas y alegrías, de altas y bajas, pero que nos han regalado una de las más hermosas experiencias de vida", aseguran.
En un mensaje para sus seguidores y para las personas que integran este equipo y que ayudan a esta gran labor agradecieron a Dios y "a nuestra madre santísima de Guadalupe por hacernos llegar hasta aquí, por seguir siendo nuestros principales guías y por no abandonarnos nunca, por mantener esta obra a través de tantas personas de noble corazón que han puesto en nuestro camino, por proveer siempre en el momento más preciso y por ser los único dueños de esta obra que puso en nuestras manos".
Artículo tomado de Milenio