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¿Cómo funciona el nuevo proceso de reunificación familiar en EEUU?

Aunque más de 73.000 personas de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras podrían beneficiarse del nuevo proceso de reunificación familiar, solo podrán participar quienes reciban una invitación del gobierno estadounidense. Expertos opinan sobre la eficiencia del programa.


WASHINGTON — El gobierno estadounidense impulsa un nuevo proceso de parole a través de la reunificación familiar que permitiría a personas de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras reunirse con sus parientes en EEUU que sean ciudadanos o residentes permanentes legales. Sin embargo, sólo podrán beneficiarse quienes reciban una invitación por parte del Departamento de Estado. El Departamento de Seguridad Nacional de EEUU (DHS, por sus siglas en inglés), explicó a la Voz de América que las invitaciones se enviarán al ciudadano estadounidense o residente permanente que presentó un Formulario I-130 en nombre de los posibles beneficiarios y que ya haya sido aprobado. El Formulario I-130, según describe el Servicio de Inmigración y Ciudadanía de EEUU (USCIS, por sus siglas en inglés), es aquel en el que el ciudadano o residente establece su relación con un pariente elegible que desea viajar a EEUU y obtener una tarjeta de residente permanente conocida como “green card”. Las consideraciones para determinar a quién invitar entre las personas elegibles, se basarán “en múltiples factores discrecionales, incluida la cantidad de solicitudes que se pueden procesar de manera eficiente y la cantidad de tiempo que un beneficiario necesitaría esperar antes de que una visa de inmigrante esté disponible para ellos”, dijo DHS a la VOA.

DHS estima que unas 73.500 personas de Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras tienen actualmente un Formulario I-130 aprobado y están esperando una visa de inmigrante para poder viajar a EEUU. Ante el alto número, algunas personas tendrían que esperar hasta 15 años para que dicha visa se haga disponible.

A través de los programas de reunificación familiar, los beneficiarios podrían ir a EEUU por un periodo de hasta tres años, “mientras esperan para solicitar convertirse en residentes permanentes legales”.


¿Qué hacer si recibe una invitación para participar del programa?

Una vez un colombiano, salvadoreño, guatemalteco u hondureño recibe una invitación por parte del Departamento de Estado para reunificación familiar, el peticionario debe iniciar el proceso de solicitud en nombre de sus familiares elegibles “para ser considerado para una autorización de viaje anticipada y parole”, explicó DHS.

Para esto, DHS comenzará a utilizar el Formulario I-134A, conocido como “solicitud para convertirse en patrocinador y declaración de apoyo financiero”, el mismo que está siendo ampliamente usado en el proceso de parole humanitario.

“Los peticionarios solo pueden presentar el Formulario I-134A a través de su cuenta en línea de USCIS después de recibir una invitación del Centro Nacional de Visas del Departamento de Estado”, detalló DHS.

Quienes presenten un formulario sin haber recibido una invitación no serán confirmados y no avanzarán en el proceso, agregó la agencia.


¿En qué se diferencia el parole a través de reunificación familiar del parole humanitario?

El proceso de parole a través de la reunificación familiar es una de las más recientes medidas anunciadas por el gobierno estadounidense para frenar la migración irregular.

Este se suma a otros programas como el parole humanitario, ampliado en enero para personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, y que permite la entrada a EEUU de hasta 30.000 nacionales de estos países cada mes.

Aunque ambas vías de llegada a EEUU se deben gestionar a través del Formulario I-134A, se trata de procesos diferentes.

En el parole humanitario, las personas deben tener un patrocinador en EEUU -sin importar relación familiar- que pueda demostrar recursos económicos para cubrir las necesidades del beneficiario durante su estadía en EEUU.

En este caso, el USCIS selecciona al azar aproximadamente la mitad del total mensual de los formularios pendientes para revisar, y la otra mitad en función de cuándo se presentó el caso priorizando los más antiguos.

A través de la reunificación familiar, las personas que busquen beneficiarse deben tener un familiar directo que sea ciudadano estadounidense o residente permanente, que haya presentado un Formulario I-130 para corroborar que existe relación. Estos pueden ser hijos, esposos, prometidos o hermanos.

En el parole humanitario, las personas beneficiadas reciben un permiso de estancia en EEUU por dos años, mientras la reunificación familiar termina con la persona adquiriendo su visa de inmigrante. En ambos casos, son elegibles para permiso de trabajo.


¿Resulta efectivo el proceso?

Elizabeth Jacobs, directora de asuntos regulatorios y políticas del Centro de Estudios Migratorios, explicó a la VOA que el requisito de invitación permite a DHS “ajustar la cantidad de invitaciones emitidas en función de los recursos disponibles para procesar la solicitud”.

Sin embargo, considera que la creación de estos problema no son “una buena política” pues, en su perspectiva, “es un abuso de la autoridad del parole de DHS porque entra en conflicto con los requisitos de caso por caso” al aplicar las determinaciones de “beneficio público significativo o humanitario urgente” a clases enteras de personas y no a casos individuales.

“Estos programas también son injustos para los extranjeros que son ciudadanos de países que no sean Cuba, Haití, Colombia, El Salvador, Guatemala y Honduras, quienes deben esperar fuera de EEUU hasta que haya una visa de inmigrante disponible”, agregó Jacobs.

Por otro lado, para Cesar Espinoza, director ejecutivo de la organización Familias Inmigrantes y Estudiantes en la Lucha (FIEL) con sede en Texas, los programas de reunificación familiar ayudan a que las personas “no busquen el tener que cruzar para reunirse con sus familiares de este lado”.

“Hay mucha gente que la espera de sus países sería de más de dos décadas y ahora es cuando tienen la necesidad de migrar a EEUU”, agregó Jacobs.

Es que, según un estudio publicado por el Instituto de Políticas Migratorias (MPI, por sus siglas en inglés), el sistema de cortes de inmigración de EEUU está en un “crisis” al tener acumulados casi dos millones de casos sin atender.

David Neal, director de la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración del Departamento de Justicia de EEUU, dijo el jueves en un evento coordinado por MPI, que el gran volumen de casos que ingresan al sistema judicial de inmigración “está aumentando nuestras dificultades como agencia de satisfacer la doble obligación de ser justos y eficientes”.

El año pasado, según Neal, la agencia estableció un récord de 313.000 casos de inmigración completados, sin embargo, DHS sometió sobre 700.000 casos nuevos. “Más del doble de lo que podemos completar”, dijo.

Blas Nuñez-Neto, subsecretario de política fronteriza e inmigración de DHS, apuntó durante el evento que programas como el de reunificación familiar son un “beneficio significativo” no solo para los individuos sino “para el sistema de inmigración en general”.

Esto, según dijo, pues en la espera por una visa de inmigrante, las personas “pierden la paciencia con el proceso y, a veces, vienen al país de manera irregular y eso ejerce una enorme presión sobre las familias y también sobre nuestro sistema”.

Nuñez-Neto aseguró que tanto el parole a través de reunificación familiar como el parole humanitario para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, permiten “canalizar” a las personas “hacia estos procesos legales y reducir la cantidad de encuentros que vemos entre los puertos de entrada”.


Artículo tomado de vozdeamerica.com

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